Visitamos el volcán nevado Santa Isabel o Poleka Kasue, como le llamaban los indígenas pijaos, quimbayas, carrapas, chibchas y quindúes, que subían a rendirle culto antes de la llegada de los españoles, y encontramos un viaje lleno de naturaleza que debes hacer al menos una vez en tu vida.
Este viaje lo planeamos con nuestros amigos de Páramo Trek, una agencia operadora que tiene sede en Salento y que ofrece diferentes rutas en el Eje Cafetero y por el Parque Nacional Natural Los Nevados. Ellos nos brindaron toda su experiencia y apoyo, para que este viaje que hicimos con algunos de nuestros seguidores de Instagram, fuese totalmente seguro y memorable.
En este artículo vas a encontrar información muy útil, que a partir de nuestra experiencia, te ayudará a planear tu viaje a uno de los últimos picos nevados que aún existen en Colombia.
¿DÓNDE ESTÁ EL NEVADO SANTA ISABEL?
Fotografía: @travelgrafia
Entre los departamentos de Risaralda, Tolima y Caldas, y en medio los volcanes nevados del Ruiz y del Tolima se encuentra el Santa Isabel, una doncella blanca que forma parte del Parque Nacional Natural Los Nevados y que debido al calentamiento global está condenada a perder toda su masa glaciar.
El Santa Isabel o Poleka Kasue, traducido como Doncella de la montaña o Princesa de las nieves, es un nevado muy particular, ya que no es un volcán de forma cónica, sino que es un conjunto de domos que cuenta con tres cimas principales, la norte con 4.964 metros de altura, la centro a 4.934 metros y la cima sur con poco más de 5.100 metros sobre el nivel del mar.
Fotografía: @travelgrafia
Actualmente, la cima norte es el lugar que mayor cantidad de nieves perpetuas concentra, así que el objetivo de nuestro viaje fue alcanzarla y conocer un poco más de cerca ese proceso de desglaciación, siendo esta experiencia, una linda oportunidad para reflexionar y reestructurar la forma en que nos relacionamos con el medioambiente.
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PROCESO DE ACLIMATACIÓN
Antes de intentar llegar a la cumbre del nevado Santa Isabel o de hacer cualquier recorrido de alta montaña, es muy recomendable hacer una caminata de aclimatación, que le permita a tu cuerpo adaptarse a la altura, aumentar la circulación de oxígeno y tener una idea de cómo tu mente va a reaccionar al cambio de altitud.
En nuestro caso fuimos muy afortunados, ya que pudimos llegar 3 días antes a Salento y hacer un par de caminatas, la primera fue por el Valle del Cocora hasta la reserva Acaime, entrando por la finca La Esperanza y saliendo por La Truchera, el recorrido fue de 12 kilómetros, y lo hicimos muy pausado porque pasamos mucho tiempo buscando pajaritos como el silfo de king, la tangara lorito y el trogón enmascarado.
Fotografía: Orientalizing
Al siguiente día los chicos de @paramotrek nos tenían una sorpresa, pues nos invitaron a recorrer parte del antiguo Camino Real del Quindío o Camino Nacional, el mismo que por siglos conectó el occidente con el centro del país, y que a su vez es una prolongación del antiguo camino que pasaba por Popayán, Cali y Quito.
Visitar el Camino Nacional no solo ayuda al proceso de climatización, sino que es una experiencia en la que podrás rodearte de una exuberante riqueza natural, que era impensable conocer durante los días más crudos del conflicto interno, y donde hoy puedes contemplar la belleza de alrededor de 900 hectáreas de bosque, donde se encuentra la mayor cantidad de palmas de cera del mundo.
Fotografía: @travelgrafia
Fotografía: @travelgrafia
Para ir el Camino Nacional y al bosque de palmas de cera, debes salir desde Salento en Jeep Willys o camioneta 4×4, tomar la antigua vía que une los departamentos del Quindío y Tolima, y a medida que te adentras en la profundidad del paisaje podrás visitar la finca La Carbonera, tomar un delicioso almuerzo en la finca Las Cruces y conocer personas muy amables, antes de regresar a Salento.
Así que si piensas visitar Salento, puedes escribirle a @paramotrek y preguntar sobre las salidas que tienen al Camino Nacional y al bosque de palmas de cera, o puedes consultarles sobre las caminatas guiadas por el Valle del Cocora.
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ENCUENTRO CON TODO EL EQUIPO
Después de 2 días maravillosos en Salento y de sentir el encanto propio de uno de los pueblitos más lindos de Colombia, nos dirigimos hasta Pereira, el camino por carretera fue de unos 45 minutos y llegamos directamente al Hostal Albore, donde íbamos a encontrarnos con algunos amigos de viaje y a conocer al resto del equipo que aceptó acompañarnos en esta experiencia.
Esa primer noche, tuvimos nuevamente una charla introductoria con los guías que nos acompañarían en nuestra travesía al nevado Santa Isabel, y luego de una cena muy corta pero sustanciosa nos preparamos a dormir, para muy temprano salir en vehículos 4×4 hasta el Parque Nacional Natural Los Nevados, sobre la Cordillera Central.
Luego de tomar el desayuno en el restaurante de carretera conocido como Don Lolo, seguimos durante unas 3 horas hacia la entrada del parque y al punto de control de Parques Nacionales, pues recuerda que por el bien de nuestras áreas protegidas es muy importante siempre ingresar a ellas por los senderos autorizados y con operadores locales.
EL SENDERO A LA LAGUNA VERDE ENCANTADA
Al llegar al punto donde inicia el sendero de la Laguna Verde Encantada, nos preparamos para la caminata de aclimatación, y antes de iniciar recibimos las indicaciones y recomendaciones de parte de los guías.
Además, tuvimos la bonita oportunidad de conocer las barras energéticas @boli.bar.co, un emprendimiento de uno de nuestros compañeros de viaje que está dedicado a todos los amantes de la montaña que buscan un refrigerio natural, sabroso y nutritivo, libre de exceso de azúcar.
A decir verdad, estábamos un poco preocupados por el clima, pues por esos días había estado lloviendo muy fuerte en casi todo el país, y nos preocupaba que eso pudiese afectar nuestro intento de cumbre, pero al bajarnos del carro, la montaña nos despejó cualquier sentimiento de duda, pues esa hermosa doncella blanca nos recibiría con los brazos abiertos.
Caminar por el sendero de la Laguna Verde Encantada es una fortuna, ya que el sendero hace poco reabrió sus puertas al ecoturismo, así que es un lugar muy bien conservado que exige todo nuestro respeto, y que a cambio nos enseñará paisajes de ensueño, miles de frailejones, pajonales y romerales, y hasta nos permitirá ver el precioso colibrí chivito del Ruiz.
La caminata hasta la laguna es corta, el recorrido total es de aproximadamente 5 kilómetros, pero tiene un gran valor paisajístico y natural, así que allí podrás aprender mucho sobre el páramo y conocer cómo este increíble ecosistema que solo existe en Colombia, Venezuela, Ecuador, Costa Rica, Panamá y una pequeña parte de África, se encarga de hacer la recarga hídrica de la cual dependemos todos los seres que habitamos La Tierra.
La laguna se encuentra a 4.400 metros sobre el nivel del mar, y aunque por razones de conservación no puedes llegar a ella, sí puedes contemplarla desde un increíble mirador que permite distinguir su color verde esmeralda y sentir toda la energía que desprende la montaña.
EL CHALET DEL CISNE
En nuestra aventura a lo más alto del Poleka Kasue, pudimos pasar una noche en el chalet de montaña del Cisne, este es un eco-hotel frente al paramillo del Cisne que está rodeado por los picos nevados del Ruiz y Santa Isabel, en el que encontrarás comida exquisita y un cálido lugar para descansar.
De nuevo fuimos muy afortunados, ya que justo el día que estuvimos hospedados, nevó durante 1 hora y las montañas que nos rodeaban se vistieron de blanco, una experiencia realmente mágica para todos quienes estábamos en el hotel, incluso para los guías y para quienes administran el chalet, pues hace muchos años no nevaba sobre el hotel.
Luego de salir a caminar bajo la nieve y contemplar como poco a poco el antiguo nevado del Cisne recuperaba por unas horas su blancura, tomamos la cena y recibimos la charla en la que nos enseñarían a usar el equipo de nieve, así que en unos cuantos minutos aprendimos a ponernos los crampones, el arnés, el casco y a utilizar el piolet o piqueta.
Durante ese momento, recordamos que faltaban pocas horas para intentar llegar a la cumbre y la ansiedad otra vez se abría campo entre nuestro gran entusiasmo, nos daba un poco de susto que el clima no nos permitiera llegar a la cumbre, pero al tiempo éramos muy conscientes de que la montaña es sabia y que haríamos lo que ella quisiera, así que con esa esperanza nos fuimos a la cama.
INTENTO DE CUMBRE NORTE
El gran día inició a las 2:00 de la madrugada, nos pusimos las prendas que habíamos dejado listas, los guías nos ayudaron a dar una última revisión a la maleta de la caminata y verificamos que no nos hicieran falta los snacks, la linterna con pilas extra, el equipo de nieve y los termos con agua.
Antes de salir desayunamos, algunos comieron granola y yogurt, otros sándwiches con fruta y a otros pocos el cuerpo sólo les recibió té, café o chocolate. Después, nos montamos en los vehículos 4×4 y llegamos al punto en que inicia el sendero, allí todo el grupo se reunió y luego de encomendarnos y darnos palabras de animo, iniciamos nuestro recorrido.
Caminar a la madrugada, guiados por las luces de nuestra linterna, de la luna y las estrellas, es una experiencia única, ver y sentir el páramo mientras duerme es como entrar a casa en cuclillas sin querer despertar a nadie, poder sentir la respiración de cada paso y ver cómo de a poco el sol va llegando a todos los rincones es algo que recordaremos por siempre.
Al llegar el alba, la montaña iba desnudándose ante nuestros ojos, con el pasar de los minutos encontramos una doncella cubierta de nieve que nos obsequiaba paisajes memorables y picos nevados que por lo general solo albergan roca, y en ese preciso momento nos sentimos hijos de la montaña siendo recibidos con mucho amor.
Caminar entre nieve y piedras de hielo fue magnífico, pero también fue un poco triste saber que ese hermoso paisaje solo estaría allí por un par de horas y que todos como especie hemos llegado a un punto de retorno, en el que estamos condenado a la extinción a los pocos nevados que aún se pueden encontrar en el país, y que aún cómo nación no hemos interiorizado el daño que estamos ocasionando a nuestra riqueza más grande: el agua.
ASÍ ES CAMINAR POR EL SANTA ISABEL O POLEKA KASUE
El recorrido continuó entre frailejones, lagunas y una hermosa panorámica del Volcán Nevado del Ruiz, y se extendería por casi 4 horas hasta el borde glaciar del Santa Isabel a una altura de 4.800 metros sobre el nivel del mar. Logramos presenciar las variaciones en el ecosistema, desde el páramo y el superpáramo hasta las nieves perpetuas.
Al llegar al borde glaciar todo rastro de cansancio desapareció, allí nos inclinamos ante la montaña para ponernos los crampones e intentar llegar a la cumbre, de nuevo nuestro equipo se dividió en grupos de 3 personas por cada guía y ellos se encargaron de amarrar los cordones de los arnés y hacer las cordadas que garantizaría la seguridad de todos.
Empezamos caminando lentamente sobre la nieve, adaptando nuestros pies al frío extremo y calculando la fuerza necesaria para fijarnos a la montaña con cada paso, y el acompañamiento de cada guía de Páramo Trek fue fundamental para indicarnos el camino, coordinar esfuerzos, sortear los posibles obstáculos y sentirnos seguros en todo momento.
A más de 4.800 metros de altura, la respiración se siente diferente y nuestro cuerpo y mente se enfrentan a ese fuerte deseo de cumplir el objetivo, y aunque por ratos podemos llenarnos de duda, siempre a nuestro lado hay un equipo de guías y de compañeros de viaje dispuestos a apoyar a quien más lo necesite.
Así que después de 2 horas caminando sobre las nieves perpetuas, llegamos a la cima norte a 4.964 metros sobre el nivel de mar, para muchos fue nuestra primer cumbre nevada y esa emoción se transformó en lágrimas de felicidad, festejos o en simplemente la felicidad de poder sentir la paz que transmite estar en medio de esa inmensa espesura blanca tan extraña para nosotros los colombianos, que vivimos en un país sin estaciones.
DE REGRESO A CASA
Después de lograr la cumbre y celebrar por todo lo alto nuestra hazaña, dimos una última mirada a la cima norte y agradecimos la hospitalidad con la que nos recibió, e iniciamos el descenso hasta el sector conocido como Conejeras, donde nos esperaba un delicioso snack y los vehículos que nos llevarían a almorzar y de regreso a Pereira.
AL MOMENTO DE PLANEAR TU VIAJE TU VIAJE AL NEVADO SANTA ISABEL, TEN EN CUENTA:
La primer recomendación, es que ingreses al parque por los senderos que cuenten con vocación ecoturística y de la mano de guías autorizados, así contribuirás con el cuidado del parque, ayudarás a dinamizar la economía local y darás una alternativa de sustentabilidad a las personas que velan por la conservación de nuestras áreas protegidas.
En segundo lugar, es necesario que lleves las prendas adecuadas, empezando por un sistema de tres capas, en la cual vestirás en el tronco superior una primera capa de lycra, un saco térmico como segunda capa y una chaqueta impermeable con capota como tercera capa, y en el tronco inferior una primera capa de lycra, un pantalón cómodo y un pantalón impermeable como tercera capa.
Además, lleva una maleta adicional de mínimo 30 litros que cuente con protector de lluvia y correas para cintura, la usarás durante las caminatas y allí llevarás el equipo de nieve, los snacks y la hidratación. Lleva gorra para sol y para frio, protector de cuello, linterna frontal, protector solar, gafas con filtro UV, guantes y botas de caña alta o media, evita caminar en caminatas zapatillas y jeans, y regresa la basura que pueda ocasionar tu visita.
También, ten en cuenta que el sendero que concluye en la cumbre del Nevado Santa Isabel, es recomendado para viajeros con experiencia en caminatas de montaña y que tengan buena resistencia física, ya que la caminata puede durar entre 6 a 8 horas y la distancia total que se recorre es de aproximadamente 8 kilómetros.
Finalmente, ten presente que aunque esta ruta es exigente, no es tan técnica como los nevados del Tolima o del Huila, así que es un plan ideal para iniciarte en el montañismo y la escalada en montaña rocosa y nevada.
Esperamos que nuestra experiencia te sea de mucha ayuda, y si quieres continuar descubriendo nuevas rutas y experiencias de viaje, síguenos ahora en @paramotrek y @travelgrafia.
¡Nos vemos pronto!
OTROS PLANES QUE TE PUEDEN INTERESAR:
Plan recomendado: Nevado El Cocuy desde Bogotá - 4 Días / 3 noches
Este plan inicia en Bogotá, desde donde viajarás durante toda la noche hacia El Cocuy, al llegar realizarás una caminata de aclimatación. Al siguiente día, visitarás uno de los tres senderos autorizados del Parque Nacional. El último día, podrás recorrer los pueblitos de Güicán y Guacamayas o visitar las aguas termales.
El viaje incluye transporte ida y regreso desde Bogotá, hospedaje en habitación privada, alimentación, entrada y permisos de ingreso al parque nacional, guías experimentados y seguro de viaje.
Fechas programadas: del 21 al 24 noviembre, 28 noviembre al 1 diciembre, 5 al 8 diciembre, 12 al 15 diciembre, 19 al 22 diciembre, 26 al 29 diciembre, 3 al 6 enero, 4 al 6 enero, 9 al 12 enero, 16 al 19 enero, 23 al 26 enero y del 30 de enero al 2 de febrero.
Precio por persona desde: $818.000 COP
Plan recomendado: Ciudad Perdida desde Santa Marta - 4 días / 3 noches
Este viaje a Ciudad Perdida es de 4 días, incluye transporte en vehículo 4x4 desde la ciudad de Santa Marta, de ida te podemos recoger en el centro histórico, El Rodadero, Taganga y el centro de Minca, y de regreso puedes quedarte en la entrada del Tayrona.
El plan también incluye alojamiento en campamentos de campesinos e indígenas, alimentación completa, hidratación, guía bilingüe, recorrido guiado, entradas y seguro de asistencia médica.
Salidas garantizadas todos los días!
Precio por persona en PROMOCIÓN: $1.800.000 COP
Promoción válida hasta el 31 de diciembre 2024.
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